miércoles, 19 de octubre de 2011

Las vitaminas




Las vitaminas son cada vez más conocidas y más consumidas pero no siempre conocemos ni cuál es la dosis diaria recomendable ni como es su clasificación. 


Las vitaminas son un grupo heterogéneo de sustancias que intervienen en la regulación de diferentes reacciones metabólicas, son compuestos esenciales para nuestro organismo y deben aportarse diariamente en la dieta ya que nuestro organismo no los puede sintetizar (o lo hace en cantidades insuficientes).


Su función primordial es "participar" en el control del metabolismo lipídico, proteico, glucídico y mineral. Es decir, las vitaminas no nos proporcionan energía directamente, lo que hacen es ayudarnos a convertir los alimentos de la dieta en energía, es por eso que solemos recurrir a ellas cuando nos sentimos fatigados, cansados o con pocas fuerzas.

Clasificación:

Vitaminas hidrosolubles: grupo B y C.

Al ser solubles en agua, pueden pasarse al agua del lavado o de la cocción de los alimentos, por lo que no nos aportan la misma cantidad que contenían inicialmente. No se almacenan, por lo que habra tomarlas regularmente.

Vitaminas liposolubles: A, D, E y K.
 
En esta clasificación entran las que se disuelven en grasas y aceites.
Debido a que pueden almacenarse en la grasa del cuerpo no es necesario tomarlas a diario, por lo que es posible, tras un consumo suficiente, subsistir una época sin su aporte. Por el contrario, si se consumen en exceso pueden resultar tóxicas.

Funciones de las vitaminas

  • Vitamina A ayuda al crecimiento y a la visión.
  • Vitamina K actúa sobre la coagulación.
  • Vitamina D absorbe y fija el calcio en el organismo facilitando el buen desarrollo corporal.
  • Vitamina C refuerza las defensas y evita el envejecimiento.
  • Vitamina E facilita la circulación sanguínea y estabiliza las hormonas femeninas favoreciendo el embarazo y el parto, etc
Donde encontrarlas (de mayor a menor porcentaje)
  • Vitamina A: Hígado, zanahorias, brócoli , batata, coliflor, calabaza, Lechuga verde, espinaca, melón, melocotón...
  • Vitamina K: espinaca, col rizada, brócoli, col de Bruselas,  lechuga, aguacate, perejil, germen de trigo, alimentos orgánicos, cereales,  kiwi,  bananas, carnes, leche de vaca, huevos, productos de soja, aceite de oliva...
  • Vitamina D: leche, yogur, cereal de desayuno y pan, son fortificados con vitamina D2 y/o vitamina D3, para minimizar el riesgo de deficiencia de vitamina D. Los alimentos fortificados representan la mayor fuente dietaria de Vitamina D, ya que hay muy pocos alimentos que contienen naturalmente cantidades significativas de vitamina D.
  •  Vitamina C: naranja, pimiento rojo, pimiento verde, coles de bruselas, brocoli cocido, kiwi, coliflor cocida, moras, tomate...
  • Vitamina E: Aceite de girasol, aceite de nueces, aceite de sésamo, avellanas, aceite de soja, nueces, almendras, aceite de palma, aceite de oliva...


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